La Tumba de los Escipiones
Cierre del número 15 de ‘Descubrir la Historia’, donde hablamos de la Tumba de los Escipiones como legado de una familia patricia relevante de la Roma republicana.
Cierre del número 15 de ‘Descubrir la Historia’, donde hablamos de la Tumba de los Escipiones como legado de una familia patricia relevante de la Roma republicana.
Imagine que, por avatares del destino, se encuentra usted en el año 2218. Figúrese, asimismo, que tras su viaje en el tiempo alguien le pide que explique, brevemente, su cultura. ¿Por donde empezaría? ¿Vertiendo la nómina de los escritores más destacados? ¿Reproduciendo un listado de los best seller del momento? ¿O quizás comentando los últimos memes que ha «twitteado»? Este escenario hipotético permite dilucidar, en cierta medida, la complejidad que entraña el concepto de cultura, así como reconocer uno de los principales problemas a los que se enfrentan los historiadores culturales en su mirada hacia el pasado.
El reloj para hacerse dueño del tiempo. El mapa para dominar el espacio. Hoy cotidianos, su aparición supuso una auténtica revolución tecnológica que cambió para siempre la forma de pensar y percibir la realidad del ser humano. Testigo y protagonista de la historia, la cartografía nos ofrece, además, instantáneas, fotos fijas de un proceso en construcción, indispensables para el oficio de historiador.
Aunque el siglo XVIII no fue tan vasto en descubrimientos para España como los siglos previos, el incremento de la presencia extranjera en el Pacífico obligó a los virreinatos ribereños más potentes a fletar expediciones de control y exploración de la zona bajo dominio hispano. Una de ellas fue la llevada a cabo por el capitán González Ahedo a la siempre misteriosa isla de Pascua.
La esclavitud ha sido un motor económico imprescindible para múltiples culturas. Los vikingos intensificaron sus ataques a distintas zonas europeas con la finalidad de conseguir riqueza y esclavos que podían ser vendidos en los mercados que existían para tal fin. El destino de cada esclavo dependería de su propia suerte. Aun así, los esclavos residentes en territorios vikingos gozaron de cierto bienestar que no se encontraba en otras culturas.
Desde la Antigüedad, floreció en África una brillante civilización que cristalizó en el poderoso Imperio de Aksum. De carácter esencialmente comercial, se constituyó como nudo de comunicaciones entre las costas occidentales del océano Índico y el mar Mediterráneo. Tras el desmembramiento del Imperio en el siglo X, surgieron pequeños núcleos de poder. Algunos mantuvieron la pervivencia de su cultura.
En pleno reinado del sah Abbas (1571-1629), a quien la historiografía conocería como el Grande, y con la amenaza de una inminente invasión de sus vecinos del Imperio otomano, un motín carcelario pondría su reinado en una situación muy delicada. En 1609, los amotinados de Qahqaha, desde disidentes políticos a prisioneros de guerra otomanos, expulsaron a sus carceleros y se atrincheraron durante meses en esa irreductible prisión-fortaleza, a la espera de un rescate o de una amnistía. Pero ni el sah Abbas ni sus lugartenientes iban a dejar que se salieran con la suya.
En marzo de 1937, ante las repetidas violaciones por parte del régimen nacionasocialista del concordato firmado en 1933 con la Santa Sede, fue leída en todos los templos de Alemania una encíclica de Pío XI acusando al régimen de paganismo, de mal entendido patriotismo y augurando la tragedia que luego se cernió sobre Alemania, pero sin mencionar en ningún momento la tragedia que estaban viviendo los judíos.
La tercera Defenestración de Praga fue el desencadenante directo de la guerra de los Treinta Años. Aprovechamos la presencia de Peter H. Wilson en España para conversar con él sobre el conflicto y su obra ‘La guerra de los Treinta Años: una tragedia europea, 1618-1648’, recientemente traducida al castellano.
Pocas guerras de la Antigüedad han hecho florecer más la imaginación de las generaciones posteriores que las guerras púnicas. Curiosamente, el conflicto que encumbró a Roma como auténtica potencia mediterránea es recordado fundamentalmente por las hazañas de su gran rival: Aníbal. El paso de los Alpes con sus elefantes y las grandes batallas en suelo itálico, que pusieron en jaque a la República romana, son citados frecuentemente como hechos que pudieron cambiar la historia del mundo conocido, pero ¿cuál fue el origen del enfrentamiento entre romanos y cartagineses?
En el informe especial de este número nos centramos en cómo la victoria romana en las guerras púnicas sirvió para que dominaran el Mare Nostrum, que verdaderamente comenzaba a ser de su propiedad. Aunque las guerras púnicas se desarrollaron en varios escenarios, queremos pararnos a pensar en el papel que tuvieron las campañas en la … Leer más