Aunque los vietnamitas no lograran resistir el empuje del gigante chino hasta el año 938, cuando se independizaron tras más de un milenio bajo su dominio, hubo numerosos conatos de rebelión antes de este momento, como el de las hermanas Trung en el año 40, o el de la bandolera más célebre de todo el país: Lady Trieu.
Lady Trieu, cuyo nombre de pila nos es desconocido, fue una guerrera del siglo III que se enfrentó a la dominación china del reino de Wu, uno de los famosos Tres Reinos. Las crónicas sobre Trieu son bastante tardías, de casi quinientos años después, porque el reino chino apenas la consideró digna de importancia dentro de su historia; para ellos, era una bárbara de las provincias de la que se libraron rápidamente, pero su historia sobrevivió en la cultura oral vietnamita.
Según nos cuentan los historiógrafos e historiadores de Vietnam, Lady Trieu no era noble ni mucho menos; pertenecía a una familia pobre y se quedó huérfana a una edad muy temprana. Tras esto, se echó al monte, donde logró reunir una banda de mil seguidores que la acompañarían en su rebelión contra los Wu. Todos los hombres que la vieron en acción le juraron lealtad, y nuestra guerrera se autoproclamó Nhụy Kiều Tướng quân (la Generala de la Túnica Amarilla). Logró hacer retroceder a los chinos durante seis meses, pero puesto que no tenía financiación ni un apoyo mayor de otros generales vietnamitas, su rebelión pronto fue aplastada y Trieu se suicidó en el año 248. Aun así, su memoria perduró y se le levantaron templos, como el que hay en la provincia de Thanh Hóa.
Las leyendas en torno a Lady Trieu han complicado enormemente separar la realidad de la ficción. En ciertas fuentes se la describe como una mujer de tres metros de alto, con pechos de noventa centímetros de largo, una voz que sonaba como una campana, unas piernas capaces de caminar quinientas leguas en un día y una belleza que absorbía las almas de los hombres. También se dice que entraba en combate subida a un elefante blanco, igual que las hermanas Trung, y que cuando su hermano trató de convencerla de que no se rebelara contra China, ella respondió: «Solo quiero montar el viento y caminar sobre las olas, matar a las grandes ballenas del mar del Este, limpiar fronteras y evitar que la gente se ahogue. ¿Por qué debería imitar a los demás, inclinar la cabeza, inclinarme y ser esclava? ¿Por qué resignarme a las tareas domésticas serviles?».
Hoy en día, Lady Trieu es una heroína nacional y hay numerosas calles en todo Vietnam con su nombre; es un icono de la libertad y de la lucha contra la opresión, y una pionera que se negó a resignarse al papel que la sociedad hubiera querido para ella en su época.