La universidad y la Iglesia estuvieron muy relacionadas durante la Edad Media, y el naciemineto y desarrollo de varias universidades estuvo relacionado con órdenes religiosas o con la jerarquía eclesiástica de un modo u otro. Un ejemplo muy claro lo tenemos en la Universidad de Cambridge, hoy una de las más renombradas y prestigiosas instituciones académicas de todo el mundo. Lo que vemos en la primera imagen es la catedral de Ely, un pequeño municipio situado al noreste de Cambridge. Se trata de una joya del gótico inglés, y merece mucho la pena visitarla.
Ely es bien conocido por su relación con Oliver Cromwell (impulsor de la Mancomunidad de Inglaterra, que instauró una república que se extendió desde 1649 hasta 1660). Pero también tiene vínculos estrechos con la fundación de la universidad vecina. La diócesis de Ely abarca un amplio territorio, entre el que se encuentra la ciudad de Cambridge, y justo de ahí procede su relación con la universidad.
Esta universidad, al igual que la de Oxford, está compuesta por colleges. Por expresarlo de manera sencilla, se trata de centros universitarios que, agrupados, junto a las diferentes facultades y cuerpos administrativos, componen la universidad. El primero de los colleges de Cambridge fue Peterhouse, fundado en 1284 por Hugo de Balsham, obispo de Ely (fallecido en 1286).
La ciudad ya tenía cierta reputación en el siglo XII debido a la actividad en Cambridge de los monjes de Ely, pero no fue hasta un incidente en la Universidad de Oxford cuando comenzó a florecer una comunidad académica más notable que llevaría a la fundación de la universidad. En el caso de Peterhouse, Balsham había recibido autorización real para que en el hospital de St. John, en Cambridge, hubiera «estudiosos» y no sólo clérigos. Más tarde, creó el college de Peterhouse para albergarlos y diferenciarlos completamente de esa otra institución.