1. Reabre el Museo del Prado (Madrid, España)
Tras varios meses de confinamiento e instituciones culturales cerradas a cal y canto, el Museo del Prado, icono museístico de España y uno de los más visitados de Europa, ha vuelto a abrir sus puertas el 6 de junio. El Prado se estrena con una exposición temporal llamada ‘Reencuentro’, en la que ha dispuesto algunas de las obras maestras de su catálogo, un total de 190 pinturas que se han reubicado para esta ocasión tan especial. La puesta en marcha de nuevo no la ha hecho el Prado en solitario, pues también vuelven a abrir el Museo Reina Sofía, el Thyssen y otros muchos museos e instituciones culturales.
2. El nombre de una niña (Pompeya, Italia)
Pompeya sigue alumbrando algunos hallazgos de interés. El caso más reciente es el del nombre pintado de una niña, tal y como reportó la agencia italiana ANSA. Se ha descubierto en un gran criptopórtico en una nueva excavación, tal y como explicó a dicha agencia el director, Massimo Osanna. El complejo del que forma parte data de la época de Augusto. Terminará de excavarse y se abrirá para las visitas.
3. Reconstrucción de un rostro medieval (Lincoln, Inglaterra)
Ya hemos visto en varias ocasiones el resultado de la reconstrucción de rostros a partir de restos óseos y el trabajo arqueológico, antropológico y forense. Pero no por ello dejamos de sorprendernos. En esta ocasión, una excavación en la catedral de Lincoln (Inglaterra), descubrió unos 50 enterramientos de época medieval. Los restos de un sacerdote del siglo XII estaban en un excelente estado de conservación, por lo que se procedió a hacer la reconstrucción facial, que fue presentada a finales de mayo. Aunque no es una reproducción totalmente fiable, porque algunos datos del ADN están incompletos, se puede aproximar bastante al que pudo haber sido su aspecto.
4. ADN de los Manuscritos del mar Muerto (Qumrán, Cisjordania)
Una innovadora técnica sobre el ADN de ovejas y ganado ha proporcionado nueva información sobre los Manuscritos del mar Muerto y los esenios, la antigua secta judía de ascetas a la que se atribuyen estos documentos. Los profesores Rehcavi y Mizrahi (Universidad de Tel Aviv) han desarrollado una nueva técnica de secuenciación de ADN que permite distinguir los minúsculos fragmentos que componen los pergaminos y, así, saber el origen de la materia prima que emplearon. Esto, además de contribuir a conocer el contexto cultural de los esenios, también puede ayudar a reconstruir los pergaminos. También con esto se puede crear una base de datos a partir del ADN, que puede facilitar el registro de miles de fragmentos no identificados.

5. Gran estructura maya (Aguada Fénix, México)
La tecnología ha vuelto a permitir que la arqueología pueda afrontar nuevas investigaciones. En este caso, con el uso de equipos lidar, se ha hecho un mapeo aéreo que ha revelado la existencia de una construcción de enormes dimensiones con unos 3.000 años de antigüedad y que está conectada a nueve grandes calzadas y una serie de depósitos. Los trabajos no serán sencillos, porque numerosas zonas están cubiertas de granjas y otras son boscosas. El arqueólogo de la Universidad de Arizona, Takeshi Inomata, dirigió la investigación, publicada en la revista Nature, y afirmó que es posible que este lugar fuera un importante espacio de reunión, al que acudía gente de los alrededores para ocasiones especiales, quizá ligadas a los ciclos calendarios.
6. Visado para judíos (Tokio, Japón)
En Japón se suele elogiar la figura de Chiune Sugihara, conocido como el Schindler japonés, porque desde Lituania emitía visados para que judíos pudieran huir y establecerse en Japón, lo que contravenía las normas de Exteriores de Japón durante la Segunda Guerra Mundial. El escritor Akira Kitade ha localizado un visado emitido por Saburo Nei, un cónsul general en funciones en la Unión Soviética, que emitió una visa para un refugiado polaco. Este documento demuestra que Nei también dio permiso a los refugiados judíos para huir a Japón.
7. Tumba de hace 1.000 años (Ningxiang, China)
La construcción de una carretera, proyectada para 2022, ha permitido que el equipo de arqueólogos que desde 2007 trabaja en la zona haya localizado una tumba con un doble enterramiento. Su excepcionalidad no se debe a su antigüedad (unos 1.000 años), sino a que las dos personas que están enterradas se han mantenido conectadas mediante una abertura en los muros de piedra de su tumba. Por supuesto, no es algo visto por primera vez, pero sí es bastante extraño para la época de la que data, por lo que se trata de un descubrimiento casi único, en palabras del arqueólogo Yang Ningbo, que dirige el proyecto.