Fernando ‘Ferdie’ Pacheco falleció el pasado 16 de noviembre 16, de 2017 a la edad de 79 años. Era conocido como «The Fight Doctor» en el mundo del boxeo. Desde los años 60 fue un personaje en el mundo de la medicina, de la pintura, del boxeo, de la televisión y también escribió.

Conocí a Ferdie hace seis años, cuando me lo presentó un común amigo, Jesús del Rincón ‘Bibi’, retratista y compositor toledano, residente en Puerto Rico o en Miami, según el momento. Pero quisiera retroceder en el tiempo para hacer algo de contexto, porque esta historia, además de tener un contenido interesante, pone en relieve el papel de la comunidad y costumbres hispanas por el mundo, y hoy exactamente en Miami.
Las esposas de estos dos amigos, Cuca del Rincón y Luisita Sevilla se conocieron en el mundo del flamenco, ya que ambas eran bailaoras profesionales y actuaban en tablaos de todo el mundo, aunque se dirigieron, sobre todo, a Estados Unidos. Cuca, originaria de Puerto Rico, conoció a Luisita en Nueva York cuando, ante una situación artística, ésta le prestó su ayuda y de ahí nació una amistad que ha perdurado hasta el día de hoy.
Luisita —nombre de soltera Karen Maestas— original de Colorado y descendiente de padre mexicano (con apellido vasco) y madre apache, ambos músicos, se enamoró del baile flamenco tras asistir a presentaciones del conocido bailaor de flamenco José Greco, italiano. Luisita se trasladó a Sevilla gracias al esfuerzo de sus padres, donde aprendió el sueño de su vida: bailar flamenco. Conoció a Ferdie en Nueva York, presentados por un amigo mientras bailaba en una de sus actuaciones con el grupo español ‘Los Chavales de España’. Fue amor a primera vista, tanto que han estado casados durante 42 años. Luisita también era fotógrafa y ayudaba a Ferdie en la administración de los cuadros y editaba sus libros. Ambos tienen una hija, Tina Louise, editora cinematográfica.

Ferdie nació el 8 de diciembre de 1927 en el barrio de Ybor City de Tampa, Florida, lugar de fuertes raíces hispanas, con mucho boxeo y fábricas de cigarros. Su abuelo paterno era el cónsul español en Cuba. En aquellos tiempos, Tampa era considerada ciudad hermana entre Estados Unidos y Cuba, lo que hoy día es Miami, por eso que Ferdie ha sido considerado y querido por todos los cubanos, algo que se reflejó en sus costumbres y aficiones. El padre de Ferdie era farmacéutico y tenía su propia farmacia en Tampa. Ferdie lo ayudaba con las medicinas, y de ahí viene su deseo de dedicarse al ámbito sanitario.
Ferdie, siendo todavía un niño de apenas cinco años demostró notables habilidades como pintor, de pinceladas fuertes, gran colorido, mucha vida, dando forma a caras conocidas como José Martí, Einstein, Gandhi, o escenas costumbristas del ámbito de la calle del Tampa de entonces y muchas imágenes de batallas. Su pintura estuvo influida por artistas tales como Vincent Van Gogh, , Rufino Tamayo y Diego Rivera, de quien sacó esa forma de pintar con colores fuertes y gritones.

A la edad de 14 años se inclinó por su vocación a la medicina, y gracias a sus pinturas se pudo costear la carrera en la Universidad de la Florida, donde se graduó como farmacéutico. Más tarde lo haría como médico en la Universidad de Miami. Ejerció como ayudante de cirugía y eso le ayudó a conocer bien el cuerpo humano, tanto para sus pinturas como para su trabajo cotidiano como médico. En Tampa, el boxeo amateur era muy popular y Ferdie asistía mucho al Circulo Cubano de Tampa donde se involucró en ese deporte, aunque no como boxeador.
Tras graduarse, el joven doctor se mudó a Miami —llegamos ya a los años 50—, por la zona de la calle 8, conocida como Overtown, de población pobre afro-americana, principalmente. Allí estableció su consulta médica, donde era muy querido por sus generosos servicios a la comunidad. La llegada de los cubanos años después le recordaron a su familia, por sus costumbres y raíces hispanas. Todo esto influyó en sus cuadros, en su arte de gran colorido y sus paisajes de costumbres cubanas.

Ferdie recibió encargos de Joe Morrissey de San Luis para que pintara cuadros de batallas épicas como El Álamo. Pintó a muchas personalidades como a Andy García, Evander Holyfield, Muhammad Ali, Shirley MacLaine, Petula Clark. El 2 de octubre de 2009 presentoó al Correo de los Estados Unidos un cuadro de Mahatma Gandhi que se utilizo para elaborar un sello de correos titulado No a la Violencia en honor y memoria por el cumpleaños de Ghandi.
En el Overtown de Miami asistió a los combates de boxeo organizados por el promotor Chris Dundee, hasta que un día conoció al hermano de éste, Angelo Dundee, que era entrenador de boxeo y tenía un gimnasio en la calle 5, el ′5th Street Gym′, y le ofreció entradas gratuitas si él lo ayudaba a curar a los boxeadores heridos y a sus familias, empezando una asociación que duró mucho años. Ferdie atendió a 12 campeones mundiales entrenados por Dundee.
Ferdie conoció a Muhammad Ali en 1960 cuando Cassius Clay, así llamado entonces, fue a entrenar al ′5th Street Gym′. Ferdie se convirtió en su doctor personal y lo asistió en todas sus peleas desde 1962-1977, y estuvo con él cuando ganó sus tres títulos más importantes. Ferdie dijo de Ali que era el ser humano con el mejor físico que había conocido.
Cuando Ali se convirtió al islam, los miembros de la religión musulmana le pidieron que cambiara de doctor y de entrenador pero él se opuso vehementemente y siguió con Ferdie y con Dundee.

A mediados de los años 70 Ferdie noto que Ali estaba presentando síntomas de daño en los riñones y en el cerebro. Tras la victoria con el fuerte pegador Earnier Shavers en septiembre de 1977, Ferdie le pidió a Ali que se retirara pero lo rechazó, a pesar que haber mostrado pruebas contundentes de su deterioro al mismo Ali, a su esposa y a su entrenador Dundee. Entonces Ferdie se retiró ante la falta de entendimiento con el boxeador.
A pesar de esto, Ferdie y Ali siguieron siendo amigos y se reunieron por última vez el año 2002, y fue cuando Ali le dijo, recordando el consejo de Ferdie: «tú tenías razón». Ali sufría ya el síndrome de Parkinson demasiado avanzado. Murió el 3 de junio del 2016.
Ferdie se convirtió en un afamado analista de boxeo para la televisión, trabajando para la NBC, Showtime y Univision. Llegó a ser una figura en este mundo desde los principios de los años 80 y continuo su carrera hasta finales de los 90, cubriendo muchas peleas memorables durante todo este tiempo.
Sus aportaciones al mundo del boxeo van más allá de ser simplemente un comentarista, el doctor de de Muhammad Ali, o un excelente pintor. Sus aportaciones y sugerencias para este mundo del boxeo incluyen:
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Requisito obligatorio de un doctor y una ambulancia en todos los combates de boxeo.
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Adición de la cuarta cuerda en el ring para evitar las caídas.
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Modificación de los guantes para evitar daños con el dedo pulgar.
Ferdie gano dos premios Emmy por su labor de analista de boxeo en la televisión. También fue autor de varios libros, historias cortas y algunas películas. Entre ellos Crónicas de Ybor City, Sangre en mi Café o Fight Doctor. Fue en Ybor City, el barrio de Tampa donde él nació, donde basó algunos de sus escritos. También nos dejo escritas sus memorias.

A nivel personal me siento honrado en relatar que el pasado 8 de noviembre de 2017, pocos días antes de su fallecimiento, fui a visitar a Ferdie a su casa, junto con nuestro común amigo Bibi. Al llegar, me encontré a Ferdie postrado en su cama; le habían dado unos infartos y perdió su movilidad.
Hablamos brevemente, junto con Luisita y Bibi y antes de irme me dijo: «Gerry, quiero que tengas un cuadro mío». Le dije que sí, que lo iba a hacer con mucho gusto porque siempre me gustaron sus cuadros, su colorido y su viveza.
Al salir del cuarto hable con Luisita y le pregunte si tenía algún cuadro de Ali. Me dijo que sí, y al otro día fuimos a recogerlo a la galería de arte donde lo tenían expuesto. Una semana más tarde, el 16 de noviembre falleció el artista, el doctor, el comentarista deportivo, el esposo y el padre. Nos dejó. Que en paz descanses, amigo.