La «Huelga de la Canadiense»

Comentamos la conocida como «Huelga de la Canadiense», movilización obrera de más de 40 días de empleados de una empresa industrial catalana.

La llamada «Huelga de la Canadiense» fue una movilización por parte de los obreros de la Barcelona Traction, Light and Power Company (cuyo accionista principal era una entidad bancaria canadiense, lo que explica su nombre) que derivaría en una huelga general de gran repercusión, sobre todo para el funcionamiento de la industria catalana, que se vería seriamente paralizado durante los más de 40 días que duró.

El detonante de esta movilización fue el despido de ocho oficinistas de la empresa mencionada por su afiliación a un sindicato no aceptado por ésta. Inmediatamente, el resto de trabajadores se declaró en huelga en apoyo a sus compañeros y recurrió a la ayuda del sindicalismo anarquista, encabezado por la CNT, que se haría con las riendas de la huelga y crearía un comité en el que estarían representados, entre otros, los trabajadores despedidos por «la Canadiense».

El apoyo popular fue creciendo cada vez más, lo que obligaría a la empresa a buscar un acuerdo con el sindicato, cosa que no sería fácil, ya que ambas posturas estaban muy alejadas. Sin embargo, la presión que suponía el corte de la electricidad por parte de una de las empresas más importantes en el suministro de ésta harían necesaria una rápido solución del conflicto. Además, se sumaron a la huelga los trabajadores de otros sectores, como los de las compañías de agua y gas, y el número de huelguistas ascendió hasta más de 100.000, lo que suponía un duro golpe a la economía no sólo catalana sino nacional. 

Huelga

De esta manera, ambas partes protagonizarían aún algunos episodios de violencia y el clima de enfrentamiento social sería muy palpable, lo que terminaría con la firma del convenio el 14 de marzo y, con ella, la plasmación de un acuerdo que pusiera fin a tal situación, por lo que se aceptaron las condiciones exigidas por los huelguistas. Sin embargo, aún quedaba un asunto complicado, como era la liberación de muchos de los obreros detenidos durante la huelga, por lo que ésta se volvería a retomar con posterioridad y retrasaría un poco más el fin de las hostilidades. A ello habría que sumar la creación de la  Federación Patronal Española  y la obligación de los trabajadores de negociar con ella sus salarios, abandonado cualquier vínculo con la CNT, lo que causó un gran descontento entre los éstos. Por lo tanto, no sería hasta el 12 de abril cuando se diera por concluida la huelga de manera definitiva, si bien los conflictos con la patronal no se detendrían aquí.

Sin embargo, al margen del lado más cruento y oscuro de este episodio, deberíamos extraer los grandes logros de que fue responsable esta huelga, como serían las mejoras salariales para los trabajadores, así como la revocación de los despidos, la puesta en libertad de los detenidos y la implantación de la jornada de ocho horas de trabajo, siendo España el primer país europeo en satisfacer esta reivindicación tan importante dentro del movimiento obrero.

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Miguel Vega Carrasco

Licenciado en Historia y Máster en Historia del Mundo. Profesor de Geografía e Historia en Educación Secundaria.

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