El fútbol y su papel histórico

El fútbol, que tantas masas ha movido y mueve desde su creación, contaba con todos los requisitos para convertirse en uno de los mayores medios de propaganda política, de exaltación del sentimiento de unidad y patriotismo en los que tanto se sujetan los regímenes fascistas.

A pesar de que normalmente no son temas que se encuentren muy ligados y que se tiende a pensar que la primera se enmarca en el ámbito académico y el segundo no es más que un deporte, Historia y fútbol también guardan cierta relación, y para ello recomiendo encarecidamente la lectura de una artículo que encontré recientemente en Jot Down, por Cristóbal Villalobos.

Sin lugar a dudas, podemos comprobar cómo el fútbol ha sido utilizado como una útil herramienta de control social o, al menos, como una gran distracción a través de la cual evitar que las masas se rebelaran o tuvieran demasiada conciencia de los problemas de su país o de la situación en que vivían. «Panem et circenses» que diría primero Juvenal y luego otros tantos autores.

El fútbol, que tantas masas ha movido y mueve desde su creación, contaba con todos los requisitos para convertirse en uno de los mayores medios de propaganda política, de exaltación del sentimiento de unidad y patriotismo en los que tanto se sujetan los regímenes fascistas. La victoria de la patria, de la nuestra, la única y verdadera, sobre el resto. El orgullo de nuestra nación por encima de cualquier otra cosa. Eran, y son, valores que tienen un gran poder, y que, como es lógico, suponen un gran peligro.

La "Azzurra" realizando el saludo fascista antes de un partido.
La «Azzurra» realizando el saludo fascista antes de un partido.

Y no escribo estas líneas para criticar tal noble deporte, del que me declaro un gran aficionado y un mediocre practicante, sino para hacer ver que tanto este como muchas otras formas de entretenimiento son susceptible de ser utilizadas con fines ideológicos y pueden servir tanto de nexo de unión entre un grupo determinado de personas como de pretexto de conflicto y enfrentamiento entre estas. Y ahí es donde debemos tener cuidado, andar con pies de plomo al respecto y no caer en las garras del fanatismo y la devoción exacerbada hacia unos colores que a veces situamos por encima de cosas que deberían ser mucho más importantes.

Porque no debemos perder el norte como ciudadanos y debemos valorar las cosas en su contexto, y teniendo mucho cuidado con lo que nos venden y lo que nos ocultan. Por que si no despertamos nosotros mismos, ¿quién nos despertará? La cultura, el arte, el deporte son las que nos definen, nos ayudan a despegarnos de la rutina y de la acelerada vida que llevamos, pero en ocasiones puede resultar un arma de doble filo que puede volverse en nuestra contra. De ahí que me parezca tan importante la gestación y el desarrollo de una actitud y un espíritu crítico en cada uno de nosotros.

Pero para ilustrar mejor todo esto, insisto en recomendar este sensacional artículo en el que se da un análisis de casos más concretos, como la Italia fascista de Mussolini o la Alemania nazi.

Fuente

Jot Down: http://www.jotdown.es/2013/08/futbol-y-fascismo-los-mundiales-de-mussolini-y-hitler/

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Miguel Vega Carrasco

Licenciado en Historia y Máster en Historia del Mundo. Profesor de Geografía e Historia en Educación Secundaria.

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